Jaime Garzón le dice a un auditorio en Cali, compuesto en su mayoría por estudiantes de comunicación social, que “el problema es que los comunicadores no saben nada”.Y hace una declaración muy interesante: “El pénsum de comunicación social durante los primeros cuatro semestres debe ser el mismo que para derecho y filosofía”.
Foto: Federico Acevedo Ramírez columnista de la Cronica.com
Estoy parcialmente de acuerdo con lo dicho por Garzón: no creo conveniente este tipo de pénsum para los comunicadores, pero sí para los periodistas.
Hay una diferencia muy grande entre estudiar comunicación y estudiar periodismo. El problema en Colombia es que las universidades ofrecen un pregrado en comunicación y le meten un poquito de periodismo.
Esto es totalmente equivocado y por eso es que los periodistas, que Jaime Garzón llama comunicadores, no saben nada. Es que el periodismo es muy complejo y merece una carrera aparte, como bien lo hizo la universidad del Rosario en Bogotá.
El que pretenda ser periodista necesita una formación muy sólida en ciencias sociales y humanidades. Necesita de conocimientos en derecho, en filosofía, en ciencia política, etc., para poder entender el campo social. Por eso es que al final terminan repitiendo lo que les mandan a decir. Es gente sin criterio.
“Haga un inventario de cuántos periodistas destacados de este país son comunicadores sociales: Antonio Caballero es politólogo; María Jimena Duzán es economista; Enrique Santos es economista…”, señala Garzón. Y yo le complemento: Fidel Cano estudió filosofía y Yohir Akerman es politólogo. Hay excepciones: Cecilia Orozco Tascón, Olga Behar y Daniel Coronell son comunicadores, pero les ha tocado realizar un posgrado en una ciencia social dura.
El problema con el periodismo colombiano es que quienes son más visibles no lo son por buenos sino por su cercanía con el poder político y económico. Tenemos periodistas que ni se esfuerzan por disimular su partidismo político ni su cercanía con los grandes grupos económicos. ¿Ustedes creen que en estos casos el periodismo va a cumplir con su misión de vigilar el poder? ¿Cómo lo va a hacer si termina siendo parte del poder? Y cito nuevamente a Garzón: “Para uno hacer crítica lejos de los intereses del poder tiene que tener un desprecio por el poder”.
Según la teoría del Watch dog del pensamiento liberal, el periodismo debe fungir como perro guardián de la democracia. Pero acá el periodismo tradicional sigue pegado a las fuentes oficiales y a los transeúntes desprevenidos, mientras desdeña la academia y la voz de los expertos.
El periodismo de televisión, por ejemplo, explica complejos fenómenos sociales en 1’30”, banaliza la discusión sobre lo público y no abre espacios suficientes para el debate.
El periodismo no ha sido capaz de estimular una opinión pública crítica y racional y por eso es que acá solo les interesan los goles, las tetas y los glúteos, como bien lo dijo Alfonso Gómez Méndez.
Fuente: Federico Acevedo Ramírez columnista de la Cronica.com