El ente investigador tiene varias estrategias para reducir los riesgos psicosociales entre sus empleados. En diciembre se evaluará la evolución de los principales indicadores y en 2025 aplicarían una nueva encuesta.
Foto portada: Miles de funcionarios de la FGN han reportado estrés alto en sus labores. Tomada de El Tiempo
El exceso de trabajo y otras situaciones que afectan el ambiente laboral son el diario vivir de muchos en Colombia. De esto no están exentos los integrantes de la Fiscalía General de la Nación, encargada de investigar los miles de casos de conductas ilegales que se cometen en el país.
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Los cerca de 6.000 fiscales y sus agentes tienen a cargo indagar sobre homicidios, secuestros, desapariciones, masacres, violaciones y otros actos que terminan afectando su salud mental.
Voces como la de William Trujillo, presidente de Asonal Judicial Huila, han alertado sobre una sobrecarga laboral en la Rama Judicial y que estos casos se deben atender para evitar desenlaces fatales. “También existe el acoso laboral, acoso psicológico, físico, sexual, no solo en el Huila, sino también en la Rama Judicial en todo el país. No queremos que ocurra lo que sucedió en Girardot, donde un fiscal, precisamente por sobrecarga laboral, se lanzó de un quinto piso y perdió la vida”, dijo Trujillo en julio.
Además de la alarmante repercusión del estrés entre el personal, se trata de un tema de especial atención para el país, pues no hay que perder de vista que estos funcionarios se encargan de delicados procesos de interés nacional. Por esto, es clave para las investigaciones que se desenvuelvan en un ambiente favorable para su salud mental.
Edificio del búnker de la Fiscalía General de la Nación. Foto tomada de El Tiempo
En aras de poner sobre la mesa este tipo de riesgos laborales, hablar de ellos y prevenirlos, la Fiscalía de Luz Adriana Camargo ha venido adelantando una serie de procesos con los que busca acompañar a los cerca de 25.000 trabajadores de esta entidad, adscrita a la Rama Judicial. La encargada de ello es Ligia Stella Rodríguez, abogada con una larga trayectoria que llegó a esta administración como directora ejecutiva. Ella, aunque no aparezca tanto en los medios de comunicación, es quien junto a su equipo maneja la Fiscalía a nivel administrativo.
Tanto para ella como para la fiscal Camargo, este tema es una de las prioridades desde que llegaron, pues, entre otras cosas, encontraron que en la Fiscalía se aplicó entre junio y septiembre de 2023 una batería de riesgo psicosocial en la que participaron 17.234 personas de 21.747. Es decir, un universo del 79,2 por ciento. El estudio se dividió en tres áreas de trabajadores: de la Fiscalía fueron 8.096 a los que se les aplicó; de la Policía Judicial (el CTI), a 7.367; y de apoyo a la gestión, 1.771 personas. Para las directivas de la entidad, los hallazgos en los 3 grupos son para tomar acción.
El primer diagnóstico de esa radiografía representa un gran reto que Rodríguez ha venido trabajando junto a la cúpula de la Fiscalía en el nivel central y sus regionales, pues el 49,5 por ciento de los encuestados afirmó haber pasado por un nivel de estrés alto; el 15,4 por ciento, un nivel medio; y el otro 35, un nivel bajo. Es decir, en promedio uno de cada dos funcionarios ha pasado por un nivel de estrés alto debido a varias circunstancias.
Ligia Stella Rodríguez, directora ejecutiva de la Fiscalía, y Luz Adriana Camargo, fiscal general. Foto tomada de El Tiempo
Según fuentes del ente acusador, ese estrés que manifiestan puede ser generado por condiciones laborales o por cuestiones personales como deudas, temas familiares y de salud. Aterrizando este panorama a los miembros del CTI, que son quienes a diario analizan homicidios, delitos de lesa humanidad y lo que hacen las organizaciones criminales, hay 3.422 de ellos que adujeron tener un estrés alto (46,5 por ciento); 1.138, un nivel medio (15,4); y 2.807, un nivel bajo (38,1).
Por otro lado, también se sacaron números en rojo, amarillo y verde del ambiente intralaboral que se vive en los despachos. En este apartado es donde aparece que el 47,9 por ciento de las personas cree que las condiciones no son las mejores. Esto abarca desde falencias en liderazgo y relaciones sociales, pasando por falta de capacitaciones y claridades del rol a desempeñar, así como en incongruencias frente a la carga y las jornadas laborales.
Funcionarios del CTI de la Fiscalía también participaron de la batería psicosocial. Foto: Tomada de El Tiempo
La tercera rama de la batería aplicada tiene que ver con el ambiente que vive un trabajador fuera de su oficina, el cual también puede llegar a afectar su desempeño. En este tópico se tuvieron en cuenta la situación económica del hogar del encuestado, el entorno de la vivienda, la relación con la familia y el tiempo que gasta para llegar a su trabajo. En ese factor, el riesgo alto tiene un porcentaje menor, ya que se ubicó en 43 por ciento; el medio, en 19,7; y el bajo, en 37,3, algo que busca mitigarse con actividades que impulsen una buena calidad de vida.
En la actual administración, la Fiscalía ha adelantado varios programas para mitigar el riesgo alto o en rojo. Uno se llama SanaMente, que se enfoca en varios puntos, como implementar un modelo de liderazgo interno, adoptar acciones que no expongan tanto a las personas, y “concebir el bienestar de los servidores como un objetivo estratégico para la Fiscalía”, dice en un documento que conoció este diario.
Asimismo, se adecuaron las salas de manejo de estrés para que los psicólogos que hay en las seccionales de la Fiscalía escuchen a quienes lo requieran. Ese programa incluye el canal llamado ‘En línea con tus emociones’, que los 365 días del año los trabajadores pueden usar en busca de ayuda inmediata marcando el numeral 366. El reporte también lo puede hacer cualquier compañero o jefe de unidad para alertar que una persona tiene un ánimo distinto o que está pasando por una crisis emocional y podría requerir acompañamiento especializado.
Foto: Fiscalía General de la Nación, tomada de El Tiempo
De este tipo de estrategias se empezó a hablar hace tres meses más o menos, cuando la cúpula de la Fiscalía se reunió en Armenia, Quindío, para hablar con la fiscal Camargo de los pilares de su administración. Esa vez, contó la directora Rodríguez, a todos los directivos de la entidad se les entregó a información para adelantar este plan en el país.
El camino para mermar los riesgos ha incluido además la definición del modelo de liderazgo, la medición de competencias y atributos, un plan de mantenimiento y sesiones de coaching. Además, en diciembre se sentarán los directivos a revisar cuál es el estado de los parámetros definidos. Eso será una especie de termómetro para ver cómo está el semáforo.
Con base en esto, el próximo año se espera hacer una mejor batería psicosocial en la que se contemplen varios factores, pues la misionalidad, los territorios y las cargas no son las mismas en todos los despachos.
Fuente: El Tiempo