En total soledad falleció la ciudadana Clara Inés Tobón en su apartamento donde vivía con 7 gatos que no tuvieron más opciones que alimentarse de su cadáver
Fueron las llamadas de los vecinos preocupados por un extraño olor en los pasillos del edificio, las que alertaron a las autoridades españoles de que algo no andaba bien en la vivienda de la colombiana Clara Inés Tobón, de 77 años, quien llevaba más de 20 años viviendo en el barrio Fuencarral de Madrid.
A Tobón era común verla en las calles alimentando a gatos callejeros y habían pasado semanas desde la última vez que alguien la vio. Algunos la llamaron a su casa, pero el teléfono nadie lo contestaba. Además, a su buzón de correspondencia ya no le cabía ni un solo periódico.
Según detallan medios españoles, al recibir la llamada al 091, número de emergencia de ese país, varios uniformados hicieron presencia en el lugar. Se solicitó la presencia de los bomberos para que ingresaran al hogar de la mujer. Al entrar, los uniformados se encontraron con una macabra y desoladora escena, el cuerpo de la colombiana estaba en estado de descomposición y varias partes de su cuerpo tenían evidencias de que sus gatos se las habían comido.
La colombiana no tenía ningún familiar cercano al momento de morir. Además, tenía síndrome de Diógenes, un trastorno del comportamiento que suele darse en las personas mayores y que se caracteriza principalmente por la acumulación de objetos, desperdicios y basura en la propia casa. Su muerte se dio por causas naturales.
Los siete gatos de Clara Inés Tobón comieron partes de su cuerpo descompuesto, razón por la que se cree que cinco de ellos murieron.
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