Entre el patrullero de la Policía de Armenia (para la época de los hechos) hoy ya condenado y dos compañeros más, le propusieron a un detenido en la URI por porte ilegal de armas de fuego, gestionar para evitarle la condena, lo sacaron de la celda, lo llevaron al Banco para que retirara los 8 millones de pesos requeridos para ayudarle y después lo devolvieron al sitio de reclusión. Un exintendente implicado en este hecho, fue capturado un año después en Antioquia e imputado por tres delitos en otro caso criminal.
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